El entrenamiento en actividades de la vida diaria (AVD) es una intervención centrada en desarrollar o recuperar habilidades funcionales necesarias para el día a día, como vestirse, alimentarse, bañarse, movilizarse o usar utensilios. Estas actividades son fundamentales para la autonomía y la calidad de vida de cada persona.
Poder realizar tareas cotidianas de manera independiente o con el menor apoyo posible favorece la autoestima, independencia y la participación social. Cuando existen barreras físicas, cognitivas o sensoriales, estas tareas pueden volverse desafiantes, afectando el bienestar general.
La terapeuta ocupacional evalúa las capacidades, dificultades y entorno de la persona, y diseña un plan personalizado que puede incluir: