La integración sensorial es el proceso mediante el cual nuestro cerebro recibe, organiza e interpreta la información proveniente de los sentidos —como la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato, el movimiento y la posición del cuerpo en el espacio— para responder de forma adecuada a las demandas del entorno.
Algunas personas pueden tener dificultades para procesar la información de sus sentidos, lo que influye en sus emociones, su comportamiento y su vida diaria, desde la infancia hasta la adultez.
La terapia ocupacional ayuda a las personas a organizar y procesar la información sensorial. A través de una evaluación detallada se identifican los desafíos sensoriales de la persona y diseña un plan de intervención individualizado.